Cirugía del piso pélvico
Muchas mujeres sufren prolapso genital, es decir, la caída o descenso de uno o más de los órganos del suelo pélvico, como puede ser el útero, la vejiga o el recto. Esto les causa incomodidades varias, como puede ser incontinencia urinaria, dolor en las relaciones sexuales, molestias en el momento de orinar o defecar, dolor en la parte baja de la espalda, en el abdomen, etc. En varios de estos casos será necesario realizar una cirugía del suelo pélvico.
Las principales afectadas por este tipo de problemas son mujeres que han tenido hijos y son más frecuentes después de la menopausia.
Años atrás, problemas como la incontinencia urinaria o sentir dolor o incomodidad durante las relaciones sexuales eran temas tabú y muchas mujeres se resignaban a soportarlos como podían. En la actualidad, la cirugía del suelo pélvico, muy eficaz gracias a los avances tecnológicos, puede resolver estos problemas con una intervención mínimamente invasiva. Una sencilla operación puede mejorar de forma sorprendente la calidad de vida de las mujeres.
¿Sufre usted de Incontinencia Urinaria?
Debemos concientizar a la población femenina que la incontinencia, incluso la leve, tiene solución, y no tiene porque ser normal. El prolapso genital puede ser una de las causas de la incontinencia, y tiene solución quirúrgica a través de técnicas mínimamente invasivas, colocando una malla pequeña por el interior de la vagina y por debajo de la vejiga y la uretra corrigiendo definitivamente el problema de la pérdida involuntaria de orina.
¿En qué consiste la cirugía del suelo pélvico?
La cirugía más habitual es por vía vaginal, aunque en algunos casos, como en el del prolapso uterino (caída del útero), se recurre a la cirugía por laparoscopia, una cirugía mínimamente invasiva que se realiza por vía abdominal. Se realiza una incisión diminuta y el cirujano puede ver los órganos del interior del abdomen y de la pelvis gracias a una cámara diminuta.
Ambas intervenciones consisten en fijar los órganos que han descendido con una malla sintética (polipropileno), corrigiendo, de este modo, los problemas derivados del prolapso, como la incontinencia urinaria o anal, el dolor en las relaciones sexuales, etc.
Con el aumento de la esperanza de vida, este tipo de cirugía es cada vez más frecuente. De hecho, el 30% de la actividad quirúrgica que se realiza en Ginecología y Obstetricia está ligada a la incontinencia urinaria y a los prolapsos de órganos pélvicos. Se calcula que el 15% de las mujeres precisarán a lo largo de su vida cirugía de suelo pélvico.
Una intervención de este tipo requiere un tiempo de hospitalización mínimo, de unas 24-48 horas, y al cabo de una semana la paciente puede llevar vida normal.